domingo, 7 de agosto de 2011

Prefacio

Lo que quizá sea más difícil de asimilar para quienes entran en el mundo de la administración de un sistema GNU/Linux es que la mayoría de las configuraciones se hacen mediante archivos de texto plano. Generalmente el usuario novato va a buscar las interfaces para la configuración de un determinado servicio y se encuentra con que no están instaladas por defecto. El diálogo típico es como sigue:
  • ¿Cómo se puede hacer X?
  • Ah, tomas el editor de textos de tu preferencia y editas el archivo Y.
  • ¿Pero no existe una interfaz gráfica para hacer eso?
  • Estás de suerte, existe Z, pero no te brinda toda la flexibilidad de...
  • ¡Ah, gracias, gracias, es todo lo que necesito saber!
Para esas personas siempre está SuSE Enterprise que cuenta con un conjunto interfaces de administración maravillosas, en el paquete YaST. OpenSuSE también la tiene, pero no está tan trabajada como la Enterprise que es de pago. En fin que como iba diciendo antes de que mi interlocutor me interrumpiera, los ficheros de configuración ofrecen una flexibilidad increíble. He tenido experiencias con escenarios en que modificando un simple fichero y utilizando ssh, he implementado cambios casi instantáneos en múltiples servidores o recibido reportes actualizados en el momento que lo deseo sin ninguna demora.

Ahora bien, esto no sería posible si no fuera gracias a las excelentes herramientas con que cuentan los UNIX para la edición, análisis y tratamiento de ficheros texto. Este espacio está dedicado a esas herramientas.